La alimentación es una parte esencial para mantener una buena salud pero hay personas que dan un paso más allá y hacen de la gastronomía un estilo de vida. Los foodies se definen por su gusto por la buena cocina, pero no solo la de los restaurantes, sino también la que muchos de ellos elaboran en sus propias casas. Por ello, el espacio físico donde trabajan los platos, se caracteriza por una serie de peculiaridades indispensables.
- El diseño de la cocina debe constar de un amplio espacio de trabajo con una encimera práctica e higiénica, todos los electrodomésticos necesarios, lugar para guardar los utensilios de cocina y, por su puesto, sitio suficiente para moverse cómodamente sin estorbar a nadie.
- La estética de la cocina es muy importante, por lo que hay que prestar atención a los acabados de calidad y a los detalles pues son los que marcan la diferencia; ya se sabe que también se come por los ojos.
- La luz es necesaria por seguridad, por practicidad y por belleza. Durante el día es preferible la luz natural, mientras que por la noche debemos utilizar la luz artificial: una que ilumine toda la estancia, otra que enfoque sobre el área de trabajo y otra que alumbre el lugar donde se van a degustar los platos. También hay que tener en cuenta el color de la luz, pues una demasiado fría puede hacer tu cocina un lugar crudo, mientras una cálida es más suave al ojo.
- La limpieza está estrechamente unida a la cocina, por ello es indispensable contar con un buen fregadero completo y espacioso, para que resulte sencillo limpiar tanto los utensilios que se han utilizado para cocinar como enjuagar alimentos como las frutas y verduras.
- El horno es una inversión que se amortiza a medida que se cocina en él, por esto, es preferible optar por un buen horno de calidad y con el espacio suficiente para poder hornear en él platos más grandes e incluso varios platos a la vez.
- La despensa es otro lugar fundamental dentro de una cocina foodie, un área donde guardar todo tipo de ingredientes, condimentos, salsas, etc. Una solución muy práctica es utilizar un rincón de la cocina donde instalar un armario de suelo a techo, repleto de baldas y espacios para colocar todo.
Por último, os presentamos dos opciones muy interesantes a tener en cuenta, sobre todo, si deseamos poner el broche de oro a nuestro espacio foodie:
- La barra para el café, pues todo foodie que se precie no rehusa de un buen café o infusión gourmet acompañada de algún aperitivo que llevarse a la boca. En el mismo sentido, se puede instalar una pequeña vinoteca, con los mejores caldos para maridar los platos que se elaboren.
- El jardín interior situado en un lugar de la cocina donde reciba la luz directa del sol, donde plantar pequeños vegetales, frutas y condimentos, para disponer de alimentos frescos al alcance de la mano.
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